domingo, 8 de noviembre de 2009

Muerte,memoria y amor.

Mi memoria se incendió.La muerte ya no era una posibilidad lejana que actúa fuera de tu círculo,un cigarrillo que perfora el papel terso de la conciencia.Ahora estallaba la pólvora en el interior de mi cerebro.Resultaba inaudito.La muerte era real,un túnel perpetuo.Me tumbe boca abajo y lloré en silencio.La memoria podía ser una herida terrible.Tenia que acostumbrarme al llevar la muerte instalada en algún rincón del disco duro del cerebro.Quizá eso fuera crecer.
Ella apareció.Tiene la mania de mirarme como si estuviera pintando.Yo senti que me volvia el brio, con ella podía salir adelante.
-No me ves en mi mejor momento hasta los guerreros tienen goteras.
-Debo tener una venada de madre,me ponen las guerreras heridas.

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